Y FUI FELIZ
Y FUI FELIZ…
Y fui feliz
mientras sus ojos me miraban, en ellos encontré mi paz. Sus ojos son los más
bellos que he visto, en ellos me perdí por completo. Era como si estuviera
viendo un ángel; el más hermoso de todos. Él me sonreía y yo me quede muda, sin
palabras, podría jurar que me robó el aliento. Sólo nos mirábamos sin decir
palabra alguna. Él no dejaba de sonreír y sus ojos color café brillaban con
tanta intensidad que alumbraron mi alma con tan sólo verme. Debo confesar que
esos ojitos son mi perdición. Lo que daría por abrazarle el alma, la vida.
Aunque sólo fueron unos pocos minutos para mí fue la más bella eternidad. Pude
confirmar que en esos ojos me quiero quedar. Verme reflejada en ellos y saber
que brillaban sólo con verme me hicieron la mujer más dichosa del mundo. Me siento en las nubes. Me quede contemplando al ser más hermoso que
han visto mis ojos, no hay belleza que se compare a la de esos hermosos ojos
color café.
Y fui feliz en tan sólo un instante, admirando la belleza
de tan hermoso ser. Él es mi vida
entera, mi todo de la nada. Y sin pensarlo, sin planearlo ese ser tan bello se
metió en mi corazón sin aviso ni permiso. Soy tan débil cuando esos ojitos me
miran, tan vulnerable. Me roba la calma y la tranquilidad, sólo él tiene el
poder y la capacidad de cambiar mi estado de ánimo y mis emociones. Siempre he
sido una mujer fuerte, aguerrida y él me ha desarmado con tan solo una mirada.
Me tiene comiendo de su mano, a sus pies; a mí que soy tan fuerte me derrotaron
uno ojos color café.
Y fui feliz
porque esos ojitos me miraron, a mí una simple mortal. Tuve suerte de que me
miraran, fui feliz, tan feliz que esa mirada me la llevo en el alma y en el corazón.
Pude tocar el cielo con tan solo verlo. A pesar de que no decíamos nada
nuestros silencios lo decían todo. Nuestras miradas nos delataban, éramos un
par de locos contemplándose el uno al otro sin decir nada.
Y fui feliz
porque su sonrisa me roba el aliento, tiene la sonrisa más linda y cálida. Enciende
el cielo con su sonrisa. Él es mi paz. Estoy temblando, estamos frente a
frente. Jamás había vivido un sentimiento tan profundo, tan intenso.
Y fui feliz
aunque me quede suspirando sin ese pedazo de cielo, él es mi fuerza, mi paz, mi
todo de la nada. Lo que daría porque esos ojos color café me miren de nuevo.
Comentarios
Publicar un comentario